Martes 22 de febrero de 2022.Cuando en 2003 comenzó la operación de la Planta Desaladora Norte (PDN) -primera de su tipo en Antofagasta- se veía más como un experimento que un real aporte, pues sólo cubría -en ese entonces- alrededor del 10% de la demanda local con los 150 litros por segundo que generaba.
“Hoy casi 20 años después, producimos más de mil litros por segundo en esa planta, cubriendo el 85% de la demanda de la capital regional y el 100% de Mejillones, con agua proveniente de desalación. Además, en la comuna de Tocopilla cumplimos más de un año con la producción del vital elemento 100% proveniente del mar, a través de la Planta Desaladora de Tocopilla. Sin duda estamos orgullosos de liderar esta tecnología en la industria sanitaria nacional, que permite seguir creciendo en población, agricultura e industria, en medio del desierto más seco del mundo, sin vernos afectados por la sequía que afecta a gran parte del país”, comenta Carlos Méndez, Gerente General de Aguas Antofagasta Grupo EPM, ante el auge que se está dando para las plantas desaladoras, como solución hídrica sostenible, en un país cuya extensa costa facilita el aumento de la presencia de esta tecnología.
Escasez hídrica
Nunca antes el país había sufrido una condición de escasez hídrica como la que estamos viviendo, sobre todo la zona comprendida entre Atacama y La Araucanía.
“Pero acá es donde aparece una paradoja, ¿cómo es posible que la sequía no afecte al norte del país, donde la aridez es una condición natural? Nuestra respuesta surge instantánea: La desalación es la solución que nos ha permitido preservar la vida, el desarrollo y crecimiento de la región, a partir de un suministro estable, que depende de una fuente de abastecimiento inagotable como es el mar”, explica Méndez.
El ejecutivo recuerda además que están a pocos meses de comenzar la construcción de la ampliación de la Planta Desaladora Norte de Antofagasta, “que nos permitirá pasar del actual 85% de abastecimiento vía desalación en la capital regional, al 100% de cobertura con esta tecnología. De esta forma, Antofagasta se transformará en la primera ciudad de Latinoamérica con más de 200 mil habitantes en cubrir completamente su demanda con agua potable desalada”, adelantó el gerente general de la sanitaria.
La inversión destinada a esta obra alcanza los 120 millones de dólares y dará empleo local, además de contratación de servicios regionales, durante los 20 meses aproximados de construcción. “Así aportamos al dinamismo económico regional, con una mirada sostenible, para garantizar -a partir de permanentes innovaciones- un suministro continuo a la población actual, además de asegurar el abastecimiento a las generaciones que vendrán”, afirma Carlos Méndez.