Aguas Antofagasta reitera que en la facturación mensual sólo se cobra el agua efectivamente reflejada en el medidor

Julio 2020. Debido a la actual emergencia sanitaria que nos afecta a nivel mundial, Aguas de Antofagasta Grupo EPM como una medida de cuidar la salud y seguridad de sus trabajadores, suspendió la toma de lectura domiciliaria a partir del 20 de marzo en todas las ciudades de la región en donde presta el servicio. Para poder emitir las respectivas facturas de marzo y abril utilizaron la fórmula de cobro de consumo promedio, que corresponde al promedio de consumos efectuados durante los últimos 6 meses de lectura efectiva.

“A partir de mayo cuando pudimos retomar la lectura de medidores, a las cifras de consumo obtenidas, le restamos los consumos promedios facturados en marzo y abril y así solo cobramos el diferencial. Queremos que tengan la certeza que a ningún cliente se le cobrará consumos que no haya realizado”, explicó el Gerente Comercial de Aguas Antofagasta Grupo EPM, Raúl Ardiles, ante las consultas de clientes que vieron aumentados sus cobros en el mes de junio.

Así, el representante de la sanitaria explicó que solo se factura el agua que efectivamente pasó por el medidor de cada domicilio.

Por eso los metros cúbicos de la facturación provisoria son llamados “descontables”, puesto que son un abono a la cuenta mientras se reanuda la lectura normal. De esta forma, los meses de marzo y abril, cuando no pudieron realizar lecturas efectivas dadas las restricciones de distancia social que impuso la autoridad sanitaria, se recurrió al llamado “término medio”, promediando las seis facturaciones previas, volviendo en mayo a las lecturas efectivas.

“En ese contexto, los meses de marzo y abril se les cobró a todos los clientes el promedio de consumo de los últimos seis meses. Esto quiere decir que -por ejemplo-si una vivienda entre septiembre y febrero promedió consumos mensuales de 5 metros cúbicos, ese fue el monto de facturación entregado en las boletas de marzo y posteriormente en abril”, explicó el ejecutivo.

Luego, al retornar las lecturas de medidor presenciales en mayo, se obtuvo el acumulado real de consumo de los tres últimos meses en que no se pudo revisar el medidor, por lo que se generó la factura restando lo ya cobrados en marzo y abril.

“Si seguimos con el ejemplo anterior, a una familia cuyo medidor pudimos leer en mayo, luego de tres meses sin hacerlo y esa lectura arrojó un consumo de -por ejemplo- 33 metros cúbicos, solo les facturaremos 23 metros cúbicos, porque los otros 10 metros cúbicos ya fueron cobrados entre marzo y abril con el cobro promedio”, explicó Raúl Ardiles.

 Por lo que se procedió a descontar consumos promedios ya facturados:

Por lo tanto, el consumo de la boleta del mes de mayo fue de 23 m3:

Si revisamos el periodo de la última lectura tomada antes de la pandemia al mes mayo, fue de 33 m3, esto quiere decir, que si distribuimos el consumo en 3 meses, daría como resultado un consumo promedio de 11 m3 por mes. Este valor es superior al consumo promedio facturado, lo que significa que incrementó su consumo en el periodo de emergencia sanitaria. Luego de retomar las lecturas mensuales su consumo del mes de junio es:

En caso que la lectura efectiva de mayo hubiese arrojado un menor consumo que lo ya facturado en marzo y abril a consecuencia del consumo promedio,  la facturación sería  menor pudiendo llegar a cero y de quedar un saldo   a favor, éste se descontará en los siguientes consumos, aclaró el ejecutivo.

Motivos de alza de consumo  

Según explicó el representante de Aguas Antofagasta Grupo EPM, son varios los motivos que inciden en el alza de los consumos. Uno de ellos es el mayor tiempo de permanencia en los domicilios, producto del confinamiento, el aumento de consumo de agua por mayor cantidad de lavados de manos como prevención de contagios, el incremento de personas que habitan el hogar o una fuga interior en los artefactos de baño o en las cañerías dentro de la casa. “Cualquiera de esos motivos o la suma de ellos puede ser causal de aumento en la facturación y en un muy bajo porcentaje se suma la probabilidad de error humano en la digitación de la lectura, en cuyo caso se rectificará en cuanto el cliente nos informe”, comentó el gerente comercial.

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